Mejorar la calidad de la participación, la transparencia y la responsabilidad pública, así como canalizar adecuadamente los intereses público-privados. Estos son, según Maria Rosa Rotondo, presidenta de PACE, los objetivos que hacen que la regulación del lobby sea una emergencia.
En un mundo cada vez más globalizado, la regulación del lobby se ha convertido en un tema de gran importancia. El lobby es una actividad que se lleva a cabo para influir en la toma de decisiones de los gobiernos, las empresas y otras organizaciones. Esta actividad se ha vuelto cada vez más común en los últimos años, lo que ha llevado a la necesidad de una regulación adecuada.
La regulación del lobby es una forma de asegurar que los intereses públicos sean protegidos y que los intereses privados sean canalizados de manera adecuada. Esto significa que los lobbistas deben ser responsables de sus acciones y que deben informar de manera transparente sobre sus actividades. Esto ayudará a garantizar que los intereses de los ciudadanos sean respetados y que los intereses privados sean canalizados de manera adecuada.
Además, la regulación del lobby también ayudará a mejorar la calidad de la participación pública. Esto significa que los ciudadanos tendrán la oportunidad de participar en el proceso de toma de decisiones y de influir en el mismo. Esto permitirá que los ciudadanos tengan una mayor influencia en la toma de decisiones y que sean más responsables de sus acciones.
Por último, la regulación del lobby también ayudará a mejorar la transparencia y la responsabilidad pública. Esto significa que los lobbistas tendrán que informar de manera transparente sobre sus actividades y que los ciudadanos tendrán la oportunidad de conocer las actividades de los lobbistas. Esto permitirá que los ciudadanos sean más conscientes de los intereses que están siendo representados y que sean más responsables de sus acciones.
En conclusión, la regulación del lobby es una emergencia que debe abordarse de inmediato. Esto ayudará a garantizar que los intereses públicos sean protegidos y que los intereses privados sean canalizados de manera adecuada. Además, esto ayudará a mejorar la calidad de la participación pública, la transparencia y la responsabilidad pública. Por lo tanto, es importante que los gobiernos, las empresas y otras organizaciones tomen medidas para regular el lobby de manera adecuada.