El mundo de la música se encuentra de luto por la pérdida del aclamado músico moçambicano Salimo Muhamad, quien falleció la noche del pasado martes a la edad de 78 años. Considerado una verdadera referencia en el desarrollo cultural de su país, Muhamad deja un legado invaluable en la escena musical de Mozambique y en el corazón de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo.
Nacido en la ciudad de Maputo en 1942, Salimo Muhamad desarrolló desde muy temprana edad un gran interés por la música. Aprendió a tocar la guitarra y el piano por su cuenta y a los 15 años ya estaba tocando en bandas locales. Con el tiempo, se convirtió en uno de los músicos más versátiles y talentosos de su generación, dominando diferentes estilos como el jazz, el blues, el reggae y la música tradicional africana.
Pero su verdadera pasión era la música tradicional de su país. Muhamad creía que era importante preservar y difundir las raíces culturales de Mozambique a través de la música, y dedicó gran parte de su carrera a esta misión. Fue uno de los fundadores del grupo musical Ghorwane, que se convirtió en un verdadero símbolo de la identidad y la resistencia cultural de Mozambique durante la lucha por la independencia del país en la década de 1970.
Con el tiempo, Salimo Muhamad se convirtió en un verdadero embajador de la música moçambicana en el mundo. Recorrió diferentes países de África, Europa y América, llevando su música y su mensaje de paz y unidad a través de las fronteras. Su talento y su carisma conquistaron a audiencias de todas las edades y nacionalidades, y su legado se extendió más allá de las fronteras de su país.
Pero Muhamad no solo se destacó como músico, sino también como educador y activista cultural. Fue uno de los fundadores de la Escuela de Música de Maputo, donde enseñó a varias generaciones de jóvenes músicos y promovió el desarrollo de la música en Mozambique. También fue un defensor incansable de los derechos de los artistas y trabajó arduamente para mejorar las condiciones de trabajo y reconocimiento de los músicos en su país.
La noticia de su fallecimiento ha conmocionado a toda la comunidad artística de Mozambique y a sus seguidores en todo el mundo. Las redes sociales se han inundado de mensajes de despedida y homenajes a este gran maestro de la música. Sus colegas lo recuerdan como un hombre humilde, generoso y comprometido con su arte y su gente.
Salimo Muhamad deja un legado imborrable en la historia de la música de Mozambique. Su música seguirá resonando en los corazones de todos aquellos que lo conocieron y lo admiraron, y su ejemplo inspirará a las futuras generaciones de músicos a seguir sus pasos y a trabajar por el desarrollo cultural de su país.
En momentos como este, es importante recordar que la música trasciende las barreras del tiempo y la distancia. Aunque Salimo Muhamad ya no esté físicamente entre nosotros, su música y su mensaje de unidad y paz continuarán viviendo a través de su legado. Es responsabilidad de todos nosotros mantener vivo su espíritu y honrar su memoria a través de la música y la cultura.
Descansa en paz, Salimo Muhamad. Tu música y tu legado vivirán por siempre en nuestros corazones y en la historia de Mozambique.