La próxima quinta-feira el Banco Central Europeo (BCE) celebrará una reunión en la que se discutirá la tasa de depósitos que mantendrá la entidad. El consenso entre los especialistas es que la entidad europea mantendrá la tasa de los depósitos en el 4%, decisión que será anunciada por Christine Lagarde, presidenta del BCE. Esta decisión será clave para determinar quién de los analistas contactados por Bloomberg o los economistas del banco Goldman Sachs está más cerca de la realidad, así como para comprender hasta qué punto los inversores están interesados en el resultado de la reunión.
En el ámbito de los mercados financieros, el BCE es una entidad clave, ya que es el principal regulador de la economía de la Eurozona, auspiciando el crecimiento, el empleo, la estabilidad de precios e impulsando la recuperación. Todos estos objetivos están en el centro de la política monetaria, que está siendo seguida con el objetivo de apoyar la actividad económica, a la vez que se mantiene la estabilidad de precios. El BCE es responsable de controlar y determinar la tasa de interés de los depósitos, que afecta a la oferta monetaria.
En el seno del Banco Central Europeo, todos los organismos que lo componen han estado trabajando para reducir el coste de financiación de los bancos, tanto de los de la zona euro como de aquellos que se dedican al préstamo a los consumidores y empresas. Con el fin de reducir los costes de financiación, el BCE ha establecido la tasa de depósito en el 2%. Esto significa que los bancos pueden recibir una cantidad determinada de dinero por prestar el dinero que depositan en el BCE. Si la tasa de interés aumenta, los bancos obtienen mayores beneficios de los depósitos al llevar a cabo préstamos a los consumidores y empresas.
La última reunión del BCE tuvo lugar el pasado mes de octubre, en la que decidió mantener la tasa de depósito en el 4%. Los últimos datos económicos distan de ser optimistas. La inflación se ha desacelerado y el crecimiento económico ha disminuido, mientras que el empleo ha caído. Además, los indicadores de confianza de los consumidores también han disminuido. Por ello, el BCE se encuentra entre la espada y la pared, ya que ha de tomar una decisión que pueda ayudar a impulsar la economía europea.
A pesar del escenario económico desafiante, los analistas contactados por Bloomberg y los economistas del banco Goldman Sachs coinciden en que el BCE mantendrá la tasa de los depósitos al 4%. Esta decisión está en línea con las políticas de expansión monetaria del banco, que persigue estimular el crecimiento económico. Además, esta medida ayudaría a mantener los bajos costes de crédito para las empresas y los consumidores.
La opinión